En un contundente pronunciamiento, el viceministro de Gestión Gubernamental, Gustavo Torrico, afirmó que durante años las acusaciones de pedofilia contra Evo Morales no pasaron de ser "rumores infundados" y "chismes de pasillo" que circulaban sin ninguna evidencia que los respaldara. Sin embargo, ahora que la Fiscalía cuenta con pruebas irrefutables, la situación es completamente diferente y ya no se puede hablar de especulaciones.
Según Torrico, el Ministerio Público tiene la obligación de investigar a fondo y llevar este caso hasta las últimas consecuencias, con la seriedad que merece, sin ceder a presiones políticas ni mediáticas.
"Antes eran solo rumores, como tantos otros que se escuchan en el país. Nadie tenía pruebas, solo existían especulaciones. Lo que dijo el presidente Luis Arce es cierto, este tipo de cosas circulan en la sociedad, pero eso no las convierte en hechos verificables", indicó Torrico en una entrevista con DTV.
El viceministro recalcó que durante el gobierno de Evo Morales no se pudo realizar una investigación formal debido a la falta de pruebas contundentes. No obstante, con la evidencia presentada por la Fiscalía sobre el caso de trata y tráfico de personas en Tarija, es necesario que las autoridades judiciales esclarezcan los
hechos y procedan con la investigación correspondiente.
La importancia de la justicia imparcial
Torrico enfatizó la necesidad de que la justicia se base únicamente en pruebas tangibles, y no en rumores infundados. En este sentido, destacó la responsabilidad del sistema judicial de tratar este caso con la debida seriedad y sin interferencias externas, algo que no ocurrió en el pasado con otros casos de corrupción o irregularidades en el país.
"En Bolivia hay muchos secretos a voces, pero conocerlos no implica ser cómplice. Es importante que, con la evidencia que existe, la justicia actúe con firmeza", aseguró Torrico. Mencionó varios ejemplos de lo que considera "secretos a voces" que circulan en la sociedad boliviana, como el enriquecimiento ilícito de ciertos personajes políticos y empresarios durante la época de la privatización, o los manejos oscuros en el sector empresarial, sin que nadie haya sido realmente responsabilizado.
La necesidad de esclarecer el caso de Gabriela Zapata
Además de las acusaciones contra Morales, Torrico aprovechó la oportunidad para instar a reabrir el caso de Gabriela Zapata, quien, según denuncias previas, habría mantenido una relación con el expresidente mientras era menor de edad. En su declaración, Torrico recordó que en su momento se presentó un certificado de nacimiento de un niño, presuntamente hijo de Morales con Zapata, lo que generó aún más dudas sobre la veracidad de los hechos. Sin embargo, hasta la fecha, el caso ha quedado en el limbo y no ha sido debidamente esclarecido.
"Este caso está sin resolución. Hay pruebas, como el certificado de nacimiento, que merecen ser investigadas a fondo. La justicia no puede quedar pendiente y debe actuar con imparcialidad", subrayó el viceministro.
Una justicia sin prejuicios
Finalmente, Torrico insistió en que la justicia debe ser imparcial y actuar con base en los hechos, sin ceder a presiones o manipulación política. Para él, el caso de las acusaciones de pedofilia contra Evo Morales debe ser tratado con la seriedad y el rigor que exige, dejando de lado los intereses personales o ideológicos. La justicia, concluyó, debe ser un reflejo de la verdad, no de los rumores ni de los intereses particulares de aquellos que buscan tapar la realidad.
"Este es un tema grave y no debe tratarse como un chisme. Existen pruebas, y es el deber de la justicia esclarecer la verdad histórica", concluyó Torrico.
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