La gestión inadecuada del sistema de alcantarillado supone un grave riesgo de inundaciones en la ciudad. Mientras tanto, en la zona vulnerable de Takoloma, en la parte alta, el terreno se está desplomando más de lo usual debido a las lluvias constantes.
Fernando Quispe Ayala
En Cochabamba, la situación de las inundaciones se ha agravado por dos factores principales: la mala gestión de los desechos sólidos y el uso incorrecto del sistema de alcantarillado. Ambos problemas han generado riesgos constantes para la ciudad, especialmente durante la temporada de lluvias, que este año ha sido particularmente intensa. Según el director de la Unidad de Gestión de Riesgos (UGR) de la Alcaldía de Cochabamba, Dennis Rosales, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) ha emitido una alerta naranja, la cual permanecerá vigente hasta el 23 de enero, lo que indica que las lluvias fuertes continuarán. En respuesta, el municipio ha dispuesto un equipo de 200 personas para atender posibles emergencias.
Las inundaciones se presentan principalmente en zonas como la avenida Panamericana sur, cerca del puente de La Tamborada, donde se han registrado desbordamientos recurrentes cada año. Rosales indicó que, aunque se han instalado sistemas de drenaje, como un cárcamo con bombas que permiten evacuar 1.500 litros por segundo, las inundaciones siguen siendo un desafío debido al mal manejo de los residuos sólidos. "Lamentablemente, todos estos esfuerzos son inútiles si seguimos con el problema de la basura", señaló Rosales, refiriéndose a la gran cantidad de desechos que bloquean los sistemas de drenaje y dificultan el flujo del agua.
El uso inapropiado del sistema de alcantarillado también ha contribuido a la situación. En Cochabamba, alrededor del 80% de las viviendas conectan sus desagües pluviales al sistema de alcantarillado, el cual no fue diseñado para manejar ambos tipos de caudales, lo que provoca su colapso. En diversas zonas de la ciudad, como la avenida Cabildo, se han producido rebalses de alcantarillado debido a la sobrecarga del sistema. La falta de un sistema de drenaje adecuado y el uso incorrecto de los desagües pluviales agravan los efectos de las lluvias, incrementando el riesgo de inundaciones.
Un área particularmente crítica es la zona de Takoloma, que es altamente susceptible a deslizamientos de tierra debido a una falla geológica activa. Durante la temporada seca, el desplazamiento de la falla es de aproximadamente 50 centímetros, pero las lluvias recientes han aumentado este desplazamiento a dos metros, lo que ha generado gran preocupación entre las autoridades locales. Rosales destacó que los residentes de la zona, que aún habitan en viviendas en riesgo de colapsar, deben ser reubicados temporalmente en albergues hasta que se concrete una solución definitiva. La Alcaldía ya ha destinado terrenos para la construcción de nuevas viviendas, y la Agencia Estatal de Vivienda se encargará de edificar casas para las familias afectadas.
La municipalidad ha habilitado tres albergues temporales en diferentes puntos de la ciudad, como el Club de Tenis Municipal, el Centro Cultural del Distrito 8 y la unidad educativa El Salvador, para acoger a las familias que deben ser reubicadas. Estos albergues están equipados con los servicios básicos necesarios y cuentan con espacios donde los afectados pueden almacenar sus pertenencias mientras esperan una solución definitiva. Además, se ha identificado una nueva zona, en las cercanías de Uspha Uspha, que ha sido evaluada para asegurar que no haya riesgos geológicos ni de deslizamientos, y donde se construirán las viviendas.
Las acciones para mitigar los riesgos de inundaciones y deslizamientos en Cochabamba requieren un enfoque integral que incluya la mejora en la gestión de residuos sólidos, el fortalecimiento del sistema de drenaje y la reubicación de las familias a zonas seguras. Es crucial que las autoridades locales sigan trabajando en estos aspectos para reducir los riesgos y garantizar la seguridad de la población durante las lluvias.
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