Documental expone la planificación del intento de golpe de Estado
- boliviamultipolar
- 12 de abr.
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Con una duración de más de una hora y basado en testimonios de los implicados, el documental "¿Qué pasó el 26J?" revela los pormenores de la organización del fallido golpe de Estado del 26 de junio de 2024 contra el presidente Luis Arce, a quien se pretendía capturar o eliminar. También se evidencian los vínculos de los conspiradores con Erick Foronda, exsecretario privado de Jeanine Áñez, funcionarios de la Embajada de Estados Unidos y el diputado opositor de Creemos, Richard Rivera.
A partir de más de 300 testimonios y documentos, un equipo del Ministerio de Gobierno reconstruyó toda la trama del golpe, liderada por el excomandante del Ejército Juan José Zúñiga y diseñada por el activista Fernando Hamdan. El documental fue presentado ayer en un acto en el Banco Central de Bolivia (BCB) en La Paz, con la presencia del presidente Arce.
El documental señala que la fase inicial del golpe se remonta al 30 de marzo de 2022, con como protagonistas principales a Zúñiga y al comandante de la Compañía de Inteligencia, mayor Leonel Elio Sanjinés Rada.
En uno de los mensajes de WhatsApp revelados, Sanjinés le informa a Zúñiga sobre una reunión entre Osvaldo Villarpando, exoficial de la Armada, y el teniente coronel Roberto Vargas (apodado Ovejo Vargas), en la cual Villarpando expresó que “se reunió con un almirante en retiro y coincidieron en que hay descontento dentro de las Fuerzas Armadas”.
En ese contexto, Vargas sugiere que se debía tener un esquema general que garantice al menos un 90% de éxito en un golpe de tipo civil-militar. “Por lo menos hay que tener una idea base para que ustedes puedan prever con un 90% de certeza cuál será el resultado”, dice Vargas en un audio presentado en los primeros minutos del documental.
Siguiendo esta recomendación, en mayo de 2024, y sin la autorización del Ministerio de Defensa, se llevaron a cabo los cursos Doctrina de Operaciones Urbanas destinados a entrenar al personal militar con el objetivo de establecer una guía táctica que facilitara la comprensión estratégica y operativa de las operaciones militares en áreas urbanas.
El manual incluye un apartado sobre los hechos de 2003, cuando se enfrentaron militares y policías en la plaza Murillo. Entre las lecciones señaladas está la falta de entrenamiento en técnicas de tiro, tanto del personal como de las tropas, y que muchos dispararon sin identificar sus objetivos ni aplicar principios básicos de puntería.
También se menciona que no se contaba con los medios de comunicación adecuados, lo que causó desorganización durante la retirada militar, aún más cuando se continuó disparando pese a que el jefe de la Casa Militar ya había iniciado el diálogo con la Policía.
Por ello, el plan del golpe de Estado del 26 de junio incluía instrucciones precisas para que los soldados supieran cómo actuar tras la toma del poder.
En el marco de estas actividades, el 21 de mayo de 2024, Zúñiga reunió en su domicilio en La Paz a varios oficiales, entre ellos al coronel Edison Alejandro Irahola Caero, comandante de la División Mecanizada 1; al coronel Gonzalo Fernando Landa Ferreira, comandante del CEO; y al teniente coronel Raúl Barbery Muiba del Regimiento Policía Militar 1. Según las declaraciones recogidas, en esa reunión se analizaron escenarios políticos proyectados por la Compañía de Inteligencia del Ejército como base para ejecutar el golpe.
“El general Zúñiga me pidió que realizara un análisis estratégico que consiste en la generación de escenarios basados en conflictos actuales. El primer escenario preveía una convulsión social que podría forzar una renuncia del gobierno y derivar en una sucesión constitucional”, explicó Leonel Elio Sanjinés Rada en su testimonio.
“En otro escenario, se contemplaban hechos que podían llevar a una dimisión gubernamental no reconocida por el vicepresidente, permitiendo que el presidente del Senado, Andrónico Rodríguez, asuma como líder de la Asamblea, situación que abriría la puerta al retorno político de Evo Morales. Finalmente, se planteó un tercer escenario donde todo derivaría en un vacío de poder político”, añadió.
En una parte del documental, Zúñiga narra su versión de los hechos previos y el desarrollo del intento de toma de la Casa Grande del Pueblo el 26 de junio de 2024, encabezado por tropas con vehículos blindados.
El excomandante afirma que Sanjinés Rada mantenía comunicación por WhatsApp con Foronda, quien fue secretario privado de Áñez y también trabajó en la embajada estadounidense. Incluso asegura que la encargada de Negocios de EE.UU. en Bolivia, Debra Hevia, buscó reunirse con él antes de que se llevara a cabo la acción golpista.
“Esta es una de las conversaciones entre Sanjinés y Erick Foronda. Tenían una app especial para comunicarse. En una parte, Foronda le dice que iba a venir a Bolivia ese martes, pero decidió posponerlo para junio, cuando ya haya un nuevo gobierno. Eso le dice Foronda a Sanjinés”, contó Zúñiga mostrando los mensajes.
También reveló que durante la ocupación de la plaza Murillo, mantenía contacto directo con Hamdan, quien le exigía actuar con mayor dureza y que, si el presidente Arce bajaba a enfrentarlos, debía ser capturado o eliminado.
En esos momentos, Hamdan también se comunicó con el diputado Richard Rivera, a quien le dijo:
“Hermano, estate atento a las noticias, redes, ojos y oídos, y cuando se haga público, deben actuar. Los militares están tomando el control del país. Se necesita que ellos entreguen su patriotismo, liberen a los presos políticos. No puedo estructurar un discurso ahora, confío en que tú puedas. Es fundamental que, cuando ocurra, se entienda que ustedes toman las riendas. Necesitamos que este gobierno militar de emergencia y salvación nacional se establezca. Luego, habla con los sectores y entes colegiados para que apoyen esta línea”.
Rivera respondió con una imagen relacionada con una convocatoria prevista para el 28 de junio en El Cristo.
Además de marcar el discurso, Hamdan ya había definido a los posibles ministros de ese gobierno militar transitorio: Gonzalo Chávez (Economía), Jhosua Bellot (Planificación), Paul Coca (Obras Públicas), José Luis Álvarez (Educación), Armin Lluta (Desarrollo Productivo), Ana María Morales (Justicia), y Jorge Valda (Justicia o Fiscalía General).
El documental señala que durante el intento de golpe del 26 de junio de 2024 se movilizaron 16 unidades militares con un total de 918 efectivos entre mandos y tropas. Además, se trasladaron 438 armas, incluyendo fusiles, lanzagranadas, subfusiles, pistolas 9 mm, rifles de francotirador y ametralladoras.
La munición letal sumó 23.510 cartuchos de distintos calibres (7.62 mm, 5.56 mm y 9 mm). La no letal incluyó 5.154 granadas de gas lacrimógeno y otros dispositivos. Para el transporte se utilizaron 21 camiones y 36 vehículos militares, entre ellos camionetas Hilux, vehículos blindados Urutu, Cascabeles y ZFB-05.
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